¿Justicia?

Probablemente el hecho de impartir justicia sea una de las tareas más difíciles en el seno de cualquier país democrático. Es obvio que no tiene que ser nada fácil para un juez discernir sobre la separación de una pareja o sobre el despido improcedente de un trabajador o sobre la culpabilidad de un acusado por cualquier delito o cualquier otra de las numerosas y importantísimas tareas que tienen asignadas los jueces del Estado.

Pero es un hecho que la justicia española no funciona bien, es decir, todo el mundo conoce casos de retrasos indebidos que ponen en libertad a acusados de delitos graves, casos de despidos procedentes que un juez estima lo contrario, juzgados colapsados de expedientes, faltos de personal y con sistemas informáticos propios de países africanos (con todo mi respeto).

¿Y que hace el órgano supremo de jueces y tribunales, el Consejo General del Poder Judicial? Pues se gasta 236.000 euros en una campaña publicitaria para mejorar la imagen de los jueces. Si el CGPJ considera que debe gastarse esa cantidad de dinero en una campaña en pro de la imagen de los jueces es que la cosa tiene que estar muy pero que muy mal, ¿que está fallando?

Obviamente muchas cosas y desde hace mucho tiempo, antes de enunciar algunas de ellas quisiera hacer una reflexión y es... ¿Es posible que al Estado le convenga que la administración de justicia no funcione correctamente y vaya ahogada hasta extremos insostenibles de manera que solo pueda centrar su atención sobre los casos más destacados y graves? Quiero pensar que no, pero me es difícil, muy difícil pensar que algo se pueda hacer tan mal!

Faltan juzgados, es decir hay partidos judiciales que están saturados de expedientes y necesitan la creación de nuevos juzgados para asumir cargas de trabajo no puntuales sino que sostenidas durante varios años. La creación de nuevos juzgados es competencia del Estado pero su construcción y sus equipamientos son competencia de la comunidad autónoma que los albergue.

Sistemas informáticos inexistentes, deficientes y obsoletos, todos los trámites deben hacerse en papel cuando podrían tramitarse miles de expedientes vía telemática, podrían hacerse miles de juicios con videoconferencias  (ya se hacen algunos pero los medios, en muchos casos son lamentables), el software no está conectado entre los distintos juzgados, se dan casos asombrosos de pérdida de expedientes ampliatorios por no saber donde se encuentra la causa inicial, y multitud de otras carencias de este tipo.

Falta de personal, los juzgados están vacíos de personal, los oficiales de carrera son testimoniales y los eventuales o interinos en muchos casos no saben nada de derecho con lo que tienen graves problemas para tramitar las causas y expedientes. El sueldo de estos funcionarios deja mucho que desear si se compara con la importancia de la documentación que tramitan y con el volumen de trabajo con el que tienen que lidiar.

Falta de jueces y secretarios judiciales, faltan muchísimos jueces y secretarios judiciales provocado una terrible paradoja y es que personas con la carrera de derecho aprobada en un curso a distancia que se apuntan a una lista de jueces substitutos, acaban cubriendo de manera provisional plazas de jueces y magistrados, y no en partidos judiciales pequeños, sino más bien lo contrario. Con los secretarios judiciales pasa tres cuartos de lo mismo, oficiales con plaza son habilitados para ejercer de secretarios judiciales y ser la fe pública del estado. Estas faltas de personal provoca que la causas no adelanten por falta de conocimientos y experiencia de jueces y secretarios y a veces provocan gravísimos errores judiciales, de los que en su mayoría nunca salen en prensa. Ser un juez o secretario de carrera es una tarea dificilísima que requiera de grandes esfuerzos por parte de las personas opositoras, lo cual provoca que jueces recién salidos de la escuela judicial no disponga de una "carrera vital" con la que poder hacer frente de manera ecuánime a las causas que se le presentan.

La ley. Las leyes de enjuiciamiento provocan retardos constantes en las tramitaciones de causas judiciales, por el exceso de garantías que se exigen por el ordenamíento, en Alemania o otros países de nuestra órbita no creo que sean  menos democráticos que nosotros y su ley les permite tramitar mucho más rápido sin que eso provoque vulneraciones de los derechos de los acusados.

Probablemente haya muchas otras causas que provoquen situaciones lamentables de la justicia de nuestro país, sin ir más lejos el Tribunal Constitucional, pero la cuestión es que para cuando un partido político va a atreverse a darle un golpe al avispero de la justicia y renovarla para modernizarla y democratizarla.

Claro que el sistema judicial debe verse apoyado para su correcto funcionamiento por otros organismos que le deben colaboración y con los que se deben de coordinar para un perfecto funcionamiento, como pueden ser la policía, los colegios de abogados, servicios sociales, sistema penitenciario, etc...

Hasta que no cambien muchas cosas la gente seguirá valorando tan mal a la justicia de este país, en muchos casos de manera injusta...