jueves, 14 de octubre de 2010

Cuando no se mata al mensajero sino que el mensajero "mata"

Recientemente hemos vivido la muerte de un famoso televisivo llamado Antonio Puerta, no confundir con el malogrado Antonio Puerta jugador del Sevilla club de fútbol, el famoso hijo de una familia adinerada y conocido drogadicto saltó a la fama global a nivel del estado español al golpear violentamente al profesor Neira, parece ser después que éste le recriminara la manera en que trataba a la mujer con la que se encontraba a las puertas de un hotel que disponía de sistema de videovigilancia y que captó el suceso. Como consecuencia de la agresión el profesor Neira tubo que estar ingresado durante un largo periodo de tiempo durante el cual se temió por su vida y su posible recuperación.

Estos hechos han sido exprimidos por todos los programas llamados del corazón de las televisiones privadas de este país, por los distintos platós de televisión han ido pasando multitud de testigos y de personas directamente implicadas como el mismo Neira y la mujer con quién se encontraba el fallecido Antonio Puerta. El único que nunca apareció por los platós fue Antonio Puerta acción digna de admirar.

Los hechos acontecidos fueron sometidos a juicio popular, tratando a agresor como un diablo y a la víctima como un héroe. Hace pocas semanas hemos tenido conocimiento que el profesor Neira, bien poco tiene de héroe cuando se le ha encontrado en un par de ocasiones conduciendo bajo los efectos del alcohol, según informan los medios de comunicación, y por otras informaciones que no le dejan muy bien parado.

El caso es que estas televisiones que necesitan rellenar horas y horas de carnaza televisiva para mantener a sus audiencias hambrientas de morbo, se erígen como jueces y parte de un juicio paralelo al proceso judicial que avanza bajo los criterios procesales y legales establecidos y por tanto a un ritmo muy inferior que las informaciones totalmente parciales conseguidas por estos "medios de comunicación". Ya que el proceso judicial ordinario se retrasa estos programas alargan y alargan los temas de manera que constantemente víctimas, agresores y testigos están en boca de una gran parte de la población que opinan visceralmente en uno u otro sentido.

Estos programas de televisión, estos medios de comunicación, estos periodistas ¿se paran a pensar el mal que están haciendo a personas y familias, a veces a pueblos enteros, con tal de conseguir audiencia para sus programas? Creo que no, creo que para ellos todo vale, absolutamente todo, su opinión es trasplantada por arte de magia al minúsculo cerebro de gran parte de la población que ve estos programas sin cortafuegos mentales, tragando toda la basura que se les suministra por prescripción periodística.

La presión con la que deben de vivir ciertas personas mal vistas por este sector periodístico tiene que ser espantosa, en este caso el señor Antonio Puerta, enfermo de diabetis y de drogadición ha tenido que luchar no sólo con ella sino que con la opinión pública y los comentarios y miradas de la gente de la calle. Probablemente eso ha ayudado bien poco a la posible sanación de ésta persona, más bien al contrario, que no lo haya empujado a "evadirse" todavía más de la realidad que les estaba tocando vivir.

En este país la presunción de inocencia brilla por su ausencia cuando el PRESUNTO autor de los hechos es alguien con el que los medios pueden "vender", en cambio se reclama a voces para ellos mismos cuando se les acusa de injurias o calumnias.

He oído esta mañana unas declaraciones del abogado del señor Puerta que apuntan en esta dirección, seguramente mucha otra gente opina de esta manera. ¿Pero evidentemente que medio de comunicación va a decir que otro lo hace mal? ¿Que periodista dirá que lo que hace otro no es correcto o ético? Ninguno ni nadie obviamente y no sólo eso sino que cuando hay opiniones contrarias a estas actuaciones periodísticas rápidamente surge el coorporativismo periodístico (este si que vale, el de otros colectivos según ellos no es bueno ni democrático) y automáticamente se lincha a la voz "acusadora" hasta que se le desacredita a veces de manera despiadada, reclamando su derecho a la libertad de expresión, sobre la cual según ellos no debe existir límite alguno, claro está!

Algo no funciona bien cuando a nivel mundial la prensa tiene tanto poder, el cuarto poder cada vez más parece el primero, el segundo o el tercero, cuando desde sus altavoces se legisla, se juzga o se eligen presidentes.

Desde hace un tiempo a esta parte ya no se mata nunca al mensajero lo que pasa es que el mensajero "mata".

Y por cierto si alguien quiere denunciar estos humildes comentarios que sepan que los he escrito bajo la influencia de una ingesta masiva de alcohol por lo que no soy muy consciente del contenido de los mismos, pidiendo perdón por adelantado por si alguien se ha sentido ofendido.

Como nos tenemos que ver!



Qustodian

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1 comentario:

  1. Personalmente estos programas siempre me hacen pensar en Torquemada, porque es la sensación que me transmiten. Al igual que el famoso personaje, aniquilan todo lo que sea a su paso, con tal de conseguir eso que se llama "audiencias". Me encanta tu blog. Un saludo

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